5 jun 2012

¡Por fin, la solución a nuestros males…!

 (Dedicado especialmente a Rosell, Roig y, sobre todo, al Sostres)


     Ayer, en un telediario de la noche, informaron del desmantelamiento de tres talleres clandestinos en Madrid, donde mafiosos chinos tenían esclavizados a compatriotas suyos, a los que mantenían encerrados (las puertas de acceso solo se podían abrir desde el exterior) y obligaban a trabajar en jornadas interminables, pagándoles 30 céntimos de euro por cada prenda terminada.
     De un tiro tres pájaros: el nivel de salarios que desea Rosell, la productividad por la que clama Roig (el de Mercadona) y la confirmación de lo que afirma el Sostres, que quien no trabaja es porque no quiere, porque haberlo…lo hay.
      Estoy convencido de que cuando estos personajes hayan tenido conocimiento de la noticia, habrán exclamado a bote pronto: ¡ahí está la solución para la maltrecha economía española! Alguno, incluso, puede haber llegado con facilidad al orgasmo, seguro.

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