...hay cosas que no pueden esperar. Por ejemplo, un párrafo de la última columna que he leído de Fernando Sánchez-Dragó ern "EL INMUNDO".
En dicho párrafo imputa la culpa de la crisis que vivimos (supongo que se refiere a España, claro) a los pobres. Así, con un par. Ni a bancos, ni a empresarios pringados, ni apolíticos corruptos, no, a los pobres.
Como he dicho en el título de esta entrada, no tengo todavía tiempo para hacer análisis más completos de barbaridades como la de este hombre, pero al menos puedo desahogarme a su mismo nivel (no me importa bajar unos instantes a oler su mierda, aunque resulta casi imposible de soportar): no solo odia al PSOE y a todo lo que huela a izquierdas o sindicatos, también odia a los pobres.
Los ricos, pringados y corruptos deben estar encantados con este tipo, pero deberían decirle que deje en paz a los pobres, ya que sin estos, los anteriores no existirían.
Ayer tuve una breve conversación con un chico de unos treinta años, muy trabajador, mecánico con título que se dedicaba a hacer trabajos de cerrajería y similares a domicilio. Ya no tiene trabajo, nadie le llama, y solo puede aferrarse a lavar coches a media jornada, esperando que alguien le llame para cualquier tipo de trabajo. No ha derrochado en nada, no se ha hipotecado nunca, está casado pero no se puede permitir tener hijos por ahora, casi lloraba cuando me lo decía... ¿Es este uno de los culpables a los que señala Sánchez-Drago?
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